¿Cuál es el mejor espacio para un perro?

Los perros se han ganado el nombre de ‘mejor amigo del hombre’ a lo largo de la historia, la razón de esto es que ambos logran coexistir en un mismo espacio sin alterar sus hábitos, al contrario, los complementan. Remontarse a la historia antigua para hablar de cómo fue que se generó ese estrecho lazo puede resumirse en la interferencia completa del ser humano en el, ahora primo del perro, lobo. Aún cuando este último hoy en día continúe siendo un animal salvaje, una parte continúa con ese compañero que tienes ahora mismo a tu lado batiendo su cola.

El motivo para ir tan lejos en la evolución es para entender cuál es el lugar ideal para un perro. ¿Es el parque, es la vida en solitario en un bosque, es en casa de los humanos?

Los perros al ser descendientes de los lobos mantienen algunos comportamientos de su igual salvaje solo que con el pasar del tiempo, ellos mismos y con ayuda de los humanos, los han adoptado como suyos. Un ejemplo de esto es la manada. Los lobos se movilizan juntos, con alfa o líder y con otros con quienes se cuidan y protegen de las amenazas. Para los perros, la manada es su dueño, las personas con quienes convive y a quienes siente que protege.

Ahora bien, los espacios para la mascota deben estar muy bien definidos porque incluso dentro de una manada necesitan su propia libertad. Esto no significa, que al igual que los lobos tienen que estar en contacto con la naturaleza todo el tiempo pero sí es bueno darle esos momentos de esparcimiento para que corra, salte y juegue en un lugar diferente a dentro de la casa. Además le ayudará a desestresarse, a ejercitarse y evitará que la ansiedad le genere problemas físicos a él o él termine dañando espacios en casa por aburrimiento.

Eso es afuera. Dentro de casa, debes tener en claro que sus espacios los va a cuidar y a tomarlos como suyos.

• Su zona de descanso: si tienes una casa para él, lo tomará su cueva o su guarida en la que se sentirá protegido y seguro (otra similitud con los lobos). Asegúrate de que no está ubicada en un lugar muy frío o muy caliente, ubícala en una zona en la que no haya demasiado ruido para que pueda descansar y que además sea espaciosa. Debe poder moverse, girar y acomodarse como mejor le parezca y no como el lugar lo obligue.

• Su zona de comida: este espacio debe ser fijo, en la medida de lo posible. Se recomienda tener dos cuencos diferentes, uno con agua que siempre debe estar limpia y nunca debe faltar, y otro con concentrado que solo estará disponible a ciertas horas del día. Limpia constantemente esta zona, no permitas que haya polvo o que algunos animales se acerquen a la comida. Si a ti no te gustaría comer en un basurero, a tus mascotas tampoco.

• Su zona de juegos: no se trata de tener un cuarto exclusivo para sus juguetes, es sobre enseñarle en dónde puede encontrarlos. Ya sea en un cajón sin puerta a su alcance de donde puede sacarlos o un pequeño tapete en el que pueda revolcarse para distraerse mientras lo llevas al parque.

Recuerda que lo más importante en entender que todas sus zonas deben estar limpias, ser respetadas y en la que tu mascota no se sienta vulnerada de alguna forma.